Hace pocos días se cumplió un nuevo aniversario del fallecimiento de Gonzalo Heguy. En la madrugada del 6 de abril del año 2000, en un accidente automovilístico, perdía la vida el mellizo de Horacio y también hermano de Bautista y Marcos. Hijo de Horacio y Norita, nieto de Antonio Heguy, fue el alma del “mítico” Indios Chapaleufú I.
El Diario La Nación del viernes 7 de abril de ese año relataba: “El exceso de velocidad, un denso banco de niebla o la fatiga después de largas horas de viaje se barajaban como posibles causas del accidente. Heguy, de 35 años, viajaba solo en una camioneta Ford Ranger blanca, cuando a la altura del kilómetro 39 de la ruta provincial 2, entre Cevallos y esta localidad (Por Intendente Alvear, La Pampa), perdió el control del vehículo y subió a la banquina de su lado, por la que recorrió casi 20 metros…. Unos metros antes el polista había sido despedido del vehículo y, aparentemente, su muerte se produjo en el acto al golpear su cabeza contra el suelo….”
El día anterior había vuelto de los Estados Unidos. Se dirigía hacia la estancia La Primavera, de su propiedad, en La Pampa. Fue velado en casco de la estancia La Marsellesa, de su hermano Horacio, situada en la entrada de Intendente Alvear y enterrado en el cementerio de la ciudad. El pesar fue hondo en todos los rincones del deporte y sobre todo en donde se respira polo.
Con el número 2 en la espalda, había sido el motor del mítico Indios Chapeleufú I (ver el video de Click Polo abajo). En 1991 alcanzaron los 40 goles de hándicap, siendo el primer y hasta hoy único cuarteto conformado por hermanos en lograr la máxima valorización. Hasta 2003, que lo consiguió La Aguada, tuvo el récord de ser el primer y único equipo de hermanos en ganar el Argentino Abierto.
Con “Chapa Uno” se consagró campeón de Palermo en 1992, 1993 y 1995. (El club volvió a coronarse en 2001 con Mariano Aguerre como reemplazante de Gonzalo).
Tras su muerte, un lote de 120 caballos de su cría fue rematado. Fue la manera en que la familia aceptó su partida. Sus mejores productos quedaron en manos de sus hermanos y los más queridos en su estancia La Primavera. Las ganancias quedaron para su mujer y su hija de dos años.
Siempre se recuerda al gran Gonzalo. Las nuevas generaciones sólo oyeron hablar de él y quizás hasta vieron algún video. Pero no saben que se trató de un gran jugador, de esos que quedan en los libros como los mejores. De un apellido encarnado en el deporte y de un equipo que supo convocar fanáticos como ningún otro, fue toda una gloria que siempre se extrañará en el polo.
Darío Welschen
Prensa Polo
"El mítico Indios Chapeleufú I", por Click Polo.
Las Tragedias de los Famosos. Familia Heguy, por Crónica TV
Fuentes:
Diario La Nación
Diario Clarín
Asociación Argentina de Polo
Fotos:
Archivo El Gráfico
Archivo Diario La Nación
Libro 100 años de Polo en Argentina 1893-1993
Diario Perfil