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Manu Cereceda, un argentino suelto en St. Tropez

Soy Manuel Cereceda y podría decir que el vínculo con el polo es… mi vida. Trabajo en esto desde los 17 años y hoy tengo 36, así que hablamos de 19 años. Hoy soy el Polo Manager en Polo Club Saint Tropez y también en el Thai Polo Club tanto en Tailandia como en Argentina.

Actualmente paso los inviernos de Argentina y los veranos de Europa en Saint Tropez, al sureste francés en la Costa Azul. Un lugar impresionante y como todo lugar de veraneo tiene una mística diferente y eso se siente, está muy bueno. Tenemos torneos desde mayo a septiembre, con un montón de equipos por mes. Los más fuertes resultan julio y agosto… ahí llegamos a tener 16 conjuntos por quincena, lo que hace que cambie todo el tiempo la gente y no nos aburramos. A St. Tropez llegué en 2011, con un patrón que venía a veranear y que al enterarse que estaba el club empezamos a venir y a alternar entre St. Moritz (Suiza) y este lugar. Con el tiempo empecé a conocer a la dueña de ese momento Corinne Schuler, y a su manager Juan Martín García Laborde, quienes me ofrecieron empezar a trabajar en 2013 como polo manager. Ya hace cuatro años que Alshair Fiyaz es el nuevo dueño del club y Justin Gount su director, y ambos siguen confiando en mí.

Acá en temporada un día normal arranca a las 7:00 haciendo una recorrida. Y ahí empiezo a atajar penales. Siempre hay algo... una yegua, algo en los departamentos, un profesional que quiere saber los horarios, canchas... Normalmente de la entrada a las caballerizas, que son unos mil metros, tardo 45 minutos, jejeje. Luego me tomo unos mates y le meto en la oficina hasta las 10:00 que arranca el polo; hacemos 2 partidos a la mañana y 2 a la tarde. Siempre en el medio hay reuniones, trabajo de oficina, manejando el torneo que está en el momento y el que está por venir.

Lo único malo de estar acá es que hay que ponerle mucha energía todos los días para no perder el contacto con los seres queridos que están lejos. La familia es lo que más se extraña. Pero lo bueno, en tanto, es que podés venir con tu familia, dejar los chicos en el club, la van a pasar bárbaro mientras que vos haces lo que vos tengas que hacer. También se puede ir a la playa, organizar salidas. La noche es muy divertida, hay pocas noches como la de acá. Lo que no puedo dejar de mencionar es que con cualquier plan que vengas la vas a pasar bien, con familia o amigos, la pasás genial.

Cómo anécdota divertida y parar redondear estas líneas me acuerdo que una vez llegué y me preguntaron a qué venía, a lo que contesté: “a trabajar”. ¿A sí? “Sí sí, a trabajar”. Al toque me consultaron si tenía la visa. “Claro”, le dije... saqué la billetera y no la tenía, no tenía la visa si no la American Express y la chica no paraba de reírse. Cuando me explicó un poco más detalladamente lo que necesitaba, nos pusimos de acuerdo.

Texto: Manuel Cereceda

Fotos: Vanessa Jane / PoloLine / Polotravellers

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