En épocas de pandemia, donde conseguir vuelos a Europa es casi una odisea, como también lo fue para otros regresar a casa, los petiseros, en su mayoría de Argentina, están en el foco de la reanudación del polo en el Viejo Continente. Es que sin ellos no se concibe este deporte. Este artículo de Polo Park Zurich brinda un reflejo de su función y como tal, su importancia para la industria del polo. Ellos son la llave para poner en marcha este motor de tracción a sangre. "Sin los Petiseros, claramente no habría polo. Es tan simple como eso. Tu petisero no es solo el que ajusta la cincha, es el que cuida lo más preciado para un jugador de polo, sus caballos..." A continuación, una mirada puertas adentro de las caballerizas del Polo Park Zürich, en Suiza. Detrás de escena, by PPZ.
Los petiseros se levantan temprano para darles de comer a los caballos, pasan tiempo con ellos, les hablan, los cuidan, los limpian, los montan, los llevan a los potreros, limpian los boxes, les dan de comer por la noche, los curan, los acarician, los hacen sentirse seguro, en algunos casos incluso duermen con ellos y, en general, los tratan más como a un miembro de su familia que como un animal simple animal. Ya sea que tengas uno o veinte caballos, realmente no importa, tu petisero (s) debe que ser tan bueno como tus caballos y sus profesionales. El petisero es una parte integral de una organización de polo y de un equipo de polo. Un petisero de polo también es generalmente un jugador de polo profesional, que puede entrenar los caballos para polo y cuidarlos. Su trabajo es mucho más importante que alimentar, limpiar y montar los caballos. No hay título universitario para recibirse de petisero. Se necesitan muchos años y horas interminables de aprendizaje, práctica y dedicación con los caballos y en los establos para convertirse en un petisero de alto nivel. Los petiseros en polo son fundamentales para el éxito de un equipo, quizás incluso más que para otras disciplinas. La conexión construida entre los petisero, los caballos y los jugadores se convierte en un asunto familiar, con una relación muy cercana y cuidada, y una enorme confianza. Los caballos se acostumbran a sus petiseros y el jugador y el petisero sabrán en un abrir y cerrar de ojos cuando el caballo está de buen o mal humor. ¡Creemos que los ponis susurran lo mismo de los petiseros! Los mueve su pasión, a veces incluso dejan a sus familias y su país durante 6 meses o más, y vienen a trabajar a los EE. UU., Medio Oriente, Asia o Europa, en Polo Park Zürich, por ejemplo. El amor y la dedicación que sienten por los caballos bajo su supervisión supera sus largas horas de trabajo durante la temporada.
Cuando llegan a nuestro club en abril, el ambiente cambia de inmediato. «Los petiseros» están de regreso, lo que significa que los caballos han regresado, la música suena en los establos, los montureros están llenas de material limpio y ordenado, los tacos están colgando de un lado, cabezadas brillantes del otro lado, monturas y botas estamos esperando a la sombra, la vida y el caos «deportivo» está de vuelta, sin olvidar, por supuesto, los asados, las bromas, la alegría y los juegos de cartas, que acompañan nuestras tardes. ¡Todo el club se transforma, la vida del polo está bombeando de nuevo! Y, por supuesto... el mate está listo a cualquier hora. Los días en nuestros establos comienzan muy temprano, los primeros petiseros llegan alrededor de las 5:30 a.m., y mientras la pava empieza a cantar, sacan a los caballos de sus boxes para ponerlos en los potreros. Después de la primera ronda de mate, comienza la limpieza de boxes y establos. Ademas de disfrutar en los potreros, los caballos reciben, dependiendo del programa del día, una sesión de entrenamiento ligero o caminar y trotar para despertar suavemente sus cuerpos y mentes. Más tarde, los caballos tendrán comida y descansarán. Por la tarde, después de una siesta, los petiseros vuelven a los establos y los caballos vuelven a salir, cepillados y mimados. Se los preparará para taquear, jugar club chukkas o un torneo. Durante el día, los boxes se limpian regularmente, los caballos se controlan y, lo más importante, el jugador y su petisero se comunican todos los días sobre la forma y el estado de los caballos. Los petiseros deben poder hacer un entrenamiento fino en los caballos, corregir algunos malos hábitos debido a los errores de los jugadores aficionados, pero también elevar la condición física del caballo cuando sea necesario y reducir la velocidad cuando lleguen las vacaciones. Durante los torneos que se juegan en el club o en el exterior, los petiseros también son responsables de la condición y el bienestar de los caballos antes y después de los juegos. Comprobarán si no se produjeron lesiones durante el transporte o los partidos y pueden proporcionar la primera atención veterinaria básica si es necesario. Los caballos son animales nobles y merecen el mejor cuidado para poder entregar en el campo de polo el mejor rendimiento atlético.
Un buen petisero que trabaja en armonía con tus caballos puede cambiar tu temporada de polo y llevarla a un nivel superior. Al entrenar tus caballos, alimentarlos correctamente, cuidar de todo tu equipamiento y comunicarse con vos sobre tus caballos y tu polo, el petisero es una de las personas más cercanas al jugador de polo.
ENGLISH VERSION: On these challenging times, when try to get a flight to Europe is almost impossible, almost as difficult for those who wanted to get back home, the grooms, most of them from Argentina, are vital to resume polo in Europe. Closer to our polo ponies than players themselves, the grooms - or petiseros - are the most important link in the lifestyle of the polo world. Without them, the sport of polo simply doesn't exist.
"There wouldn't be polo without petiseros, it's as simple as that. Your groom not only adjusts the strap, but he takes full care of the horses, the most precious treasure for a polo player". Up next, a look “behind the scenes” of Polo Park Zürich stables.
Without the grooms - Petiseros in Spanish - there would clearly be no polo. It is as simple as that. Your groom is not only the one who tightens your girth, he is the one looking after the most precious being for a polo player, his horses. Groom s wake up early to feed horses, spend time with the horses, talk to them, nurture them, clean them, ride them, take them to the fields, clean their boxes, feed them at night, heal them, pet them, make them feel safe, in some cases even sleep with them, and generally treat them more as a member of their family rather than an independent animal. Whether you have one or twenty horses, it really doesn’t matter, your groom(s) have to be as good as your horses and as your professionals. The groom is an integral part of a polo organization, and of a polo team. A polo groom is also generally a professional polo player, who can train the horses in polo as well as taking care of them. Their job is far more important than feeding, cleaning, and walking the horses.
There is no university degree for grooming. It takes many years and endless hours of learning, practicing, and dedication with the horses and in the stables to become a first-rate groom. The grooms in polo are instrumental to a team’s success, perhaps even more so than for other disciplines. The connection built between the grooms, the horses and the players become a family affair, with a very close relationship and care, and a great amount of trust. Horses get accustomed to their grooms and player and a groom will know within a blink of an eye when the horse is in a good or bad mood. We believe that ponies whisper the same about the grooms! They are carried by their passion, sometimes even leaving their families and country for six months or more, and coming to work in the USA, Middle East, Asia, or Europe, at Polo Park Zürich for example. The love and dedication they feel for horses under their supervision exceeds their long hours of work during the season.
When they arrive in our club in April, the ambiance changes immediately. “Los petiseros” are back, which means the horses are back, the music is playing in the stables, the tack rooms are full of clean and tidy material, mallets are hanging on one side, shiny bridles on the other side, saddles and boots are waiting in the shade, the liveliness and a “sporty” chaos is back, not forgetting of course, the asados, banter, merriment, and card games, which enlighten our evenings.
The entire club is transformed, polo life is pumping again! And of course… mate is now almost constantly brewing. The days in our stables start very early, the first petiseros arriving around 5:30am, and while the kettle starts to sing, they take the horses out of their stables to put them in the paddocks. After the first round of mate, the cleaning of boxes and stables start. Further to relaxing in the paddocks, horses get, depending on the program of the day, a light training session, or walking and trotting to gently wake up their bodies and minds. Later on, ponies will have food and will rest. In the afternoon, after a siesta, the grooms are back in the stables and ponies are out again, brushed and pampered. They will shine and get prepped for stick and ball, club chukkers or tournament games. In between, boxes are regularly cleaned, horses are checked and most important, the player and its groom are every day communicating about the shape and condition of the horses.
Grooms should be able to do some fine tuning on the ponies, correct some bad habits due to amateur players’ mistakes but also raise the physical condition of the horse when needed and slow it down when some holidays are coming. During tournaments played in the club or outside, grooms are also responsible for the shape and wellbeing of the horses before and after the games. They will check if no injuries occurred during transport or games and are able to provide the first basic care if needed. Horses are noble animals and deserve the best care for then being able to deliver on the polo field the best athletic performance.
A good groom working in harmony with your horses can change your polo season and take it to a higher level. By training your horses, feeding them accordingly, looking after all your tack and communicating with you about your horses and your game, the groom is one of the closest person to a polo player.
BY PPZ PH'S: KATHRIN GRALLA, PASCALINE PHOTOGRAPHY, ROBERT W. KRANZ, EVELINA JAKOVLEVSKAJA
DIGITAL VERSION: PRENSAPOLO.COM
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