Casi cinco minutos se jugaron de la primera gran final de la Triple Corona, con los protagonistas de siempre, La Dolfina y Ellerstina, y también con la problemática actual del alto hándicap, el estado de las canchas. El resultado... partido suspendido. (Fotos Christian Grosso)
A los 4:45 minutos del primer chukker (2-0 La Dolfina) se decidió no jugar más por el día de hoy. Pelón sufrió al menos tres resbalones peligros y eso motivó la suspensión.
En declaraciones para ESPN, el uruguayo advirtió que notó blanda la cancha desde el precalentamiento y que se lo hizo saber a los árbitros. Por su parte Hernán Agote, representante de Tortugas, habló también para la TV y señaló que el club cuida por la seguridad de los jugadores y que se pensó que las canchas estabas óptimas, aunque al límite. La organización se expresó de la siguiente manera:
"COMUNICADO OFICIAL: El 79° Abierto de Tortugas Gran Premio Ford presentado por Santander Select comunica que, previo a disputarse la final por la Copa Emilio de Anchorena entre Ellerstina y La Dolfina Sancor Seguros, el club invitó a los dos equipos a testear la cancha 7. El martes 22 se presentaron Pablo Pieres y el jefe de cancha de Ellerstina, quienes aprobaron la cancha en nombre de los dos equipos. Sin embargo, a los 4’45” del primer chukker, los jugadores consideraron que ésta no estaba en condiciones óptimas para seguir jugando. Próximamente comunicaremos cómo continúa el torneo."
Desde hace algunas temporadas que el agua de la primavera castiga duramente a Tortugas, Hurlingham y el Jockey Club, que no logran luego hacer pie en dejar sus canchas acordes a las exigencias de los jugadores de la Triple Corona y terminan mudando, obligados, su espectáculo a otras sedes como Palermo o la AAP de Pilar, o hacia los mismos clubes. Una problemática actual, que, por el momento, termina molestando a todos: jugadores, organizadores y en gran parte, al público.
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