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Isabel II de Inglaterra, la Reina y sus caballos

Foto del escritor: prensapoloprensapolo

Allá por 1947, y estando de gira por Sudáfrica junto a su familia (su padre el Rey Jorge VI, su madre la Reina Isabel y su hermana la Princesa Margarita), la entonces Princesa Isabel pronunció un discurso al cumplir 21 años. Y lo selló con una frase que quedó en la historia: "Declaro frente a todos ustedes que toda mi vida, ya sea corta o larga, estará dedicada a vuestro servicio y al servicio de nuestra gran familia imperial a la que todos pertenecemos". Por Alejandra Ocampo

Pasaron más de 70 años de ese juramento. Isabel, la Princesa que no estaba destinada a ser Reina, la monarca más longeva de la historia británica y que cumplió al pie de la letra su solemne promesa, está hoy festejando sus 94 años. La Reina Isabel II es muy popular entre sus súbditos; en su largo e intenso reinado, ella ha sabido adaptarse a todas las circunstancias. En 1947 se casó con el Príncipe Felipe Mountbatten, Duque de Edimburgo, en un matrimonio que se ha mantenido sólido desde entonces. Isabel y Felipe, además, están unidos por una pasión en común: los caballos.

Desde muy chica, y alentada por su padre, Isabel siempre sintió un veradero amor por los caballos, al punto en convertirse en una gran experta en el tema. Muchos de sus mejores ejemplares han resultado ganadores de las grandes carreras de Ascot y ella personalmente acude a sus caballerizas para supervisar todos los detalles concernientes a sus caballos. Hoy, y pese a su avanzada edad, Isabel sigue despuntando el vicio, saliendo a pasear a caballo en los alrededores del Castillo de Windsor.




Además, su marido, el Duque de Edimburgo, venía con un "extra": su tío y mentor, Lord Louis Mountbatten, lo animó a jugar al polo, tarea que Felipe se tomó muy en serio. Fue un destacado jugador que llegó hasta los 5 goles de handicap, y que ganó dos veces la Gold Cup, en Cowdray Park Polo Club, con su equipo, Windsor Park. Así, Isabel frecuentaba Cowdray Park para ver y alentar a su marido, a quien le entregó la copa dorada en las dos ocasiones. En 1955, Isabel II le otorga permiso a Felipe y un grupo de amigos para crear un club de polo en Windsor Great Park. El club, que al momento de su fundación se llamó The Household Brigade Polo Club, tomó su nombre definitivo, Guards Polo Club, en 1969.


Isabel y Felipe están unidos por una pasión en común: los caballos.

Carlitos Gracia, uno de los favoritos de la reina Guards es el club de los royals por excelencia. Su cancha principal, The Queen's Ground, es un tributo a la Reina, como también su certamen emblema, The Queen's Cup, que se disputa desde 1960, y cuya entrega de premios preside todos los años la mismísima Isabel, que suele ver la final desde su palco en el Royal Box. La Queen's Cup es uno de los torneos más importantes y más codiciados por los polistas. Los jugadores tienen la posibilidad de conversar un rato con ella en las premiaciones, y aseguran que Isabel tiene un gran sentido del humor y que sabe mucho de caballos. Carlos Gracida, Adolfo Cambiaso y toda la familia Pieres, entre otros, han sido habitués de la costumbre de recibir copas y mantas para sus caballos de manos de Su Majestad.

Sin dudas, Isabel II es ya una leyenda, que hoy, con sus 94 años que celebrará en la intimidad debido a la pandemia por el COVID -19, sigue tan vigente y adorada por su pueblo. La Reina amazona, apasionada de los caballos, que ha sabido ejercer un rol para el que no estaba destinada y que lo ha hecho a la perfección.

Por Alejandra Ocampo

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