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Foto del escritorprensapolo

Luquitas Criado, un icónico y valiente ganador


Lucas Criado (h) nació en 2003, es decir que está a punto de cumplir tan solo 20 años. Es hijo de Lucas Criado, aquel jugador del Abierto que llegó a los 9 goles de handicap y cuyo curriculum incluye equipos como el mítico Indios Chapaleufu II, allá por 2007, en lo que fue su última función en Triple Corona. Hoy, Lucas se dedica a acompañar a su hijo con su cría, El Pegual, dándole una mano invaluable con los caballos a este chico que está arrancando una carrera que sin dudas va a ser enorme, y que acaba de ganar la CV Whitney Cup, primera parada de The Gauntlet of Polo, en Palm Beach, con su gran amigo Peke González (hijo de Mariano González, quien a su vez jugó en su momento con Lucas Criado). Pero no la ganó con cualquier equipo: Luquitas y Peke son parte de una de las organizaciones más poderosas del mundo, Valiente, de Bob Jornayvaz, y como si fuera poco, la alineación la completa un tal Adolfo Cambiaso. Nada mal para un par de chicos de 20 años…


Hacemos una pausa para agregar un dato familiar: Luquitas es trillizo con Camila y Juana, ésta última fotógrafa, y además, es la novia de su amigo Peke y quien retrató a su hermano para este reportaje.


Volviendo al polo, hasta ahora, Luquitas está teniendo una temporada 2023 inolvidable en los Estados Unidos. Porque además de participar en The Gauntlet of Polo, está presente también en el circuito de 16 goles, el Florida Circuit 16-Goal Super Series, con Iconica, el equipo de Maureen Brennan, también con Peke y otro chico talentoso, descendiente de una ilustre familia del polo – Santos Merlos, hijo de Sebastián y nieto del legendario Cacho, padre e hijo campeones de Palermo (Cacho fue campeón de la Triple Corona en 1973, con Santa Ana, el eterno rival de los inolvidables duelos con Coronel Suarez). Y en esta liga les ha ido más que bien: Iconica se llevó dos copas – Joe Barry Memorial Cup y Ylvisaker Cup – lo cual les dio el pase directo a la super final para definir al campeón de la serie.


¡Qué manera de arrancar la temporada, con tres títulos y uno de los grandes de EEUU!

¡Sí! Acabamos de ganar la Whitney, en lo personal el más importante que conseguí, y también haber ganador las dos 16 es algo muy lindo porque en los dos equipos hay un grupo muy divertido. Con el Peke somos mejores amigos, más allá de ser cuñados, y con Tatu (por Santos Merlos) también pegamos muy buena onda y somos muy amigos. Eso es lo principal para un equipo. A Adolfito no lo conocía mucho y te hace sentir cómodo en todo lugar, te da una confianza que sólo él te la da. Y haberle ganador a una de las mejores organizaciones en la CV también es tremendo.


¿Cómo llegás a cada organización?

A Icónica llego por parte del Peke, que estábamos jugando unas 20 goles en Santa Bárbara y me contó del equipo, luego llegó Maureen y por suerte pudimos cerrar el equipo gracias a ellos dos y tenemos muy buen equipo. A Valiente fue después de la temporada de Florida del año pasado… Y también en Santa Bárbara, que la organización de Adolfito estaba allá, terminamos de cerrarlo y es algo muy lindo de vivir.


¿Cómo lo ves al cuñado en su actualidad? ¿Que podés contarnos sobre Peke, cómo se llevan tanto dentro como fuera de la cancha?

Al Peke lo veo muy bien, la verdad es que está teniendo una temporada tremenda, está jugando bárbaro y está muy bien montado; siempre se lo ve cómodo, y todo eso ayuda a que nos vaya bien, y que nosotros nos podamos sentir bien.

El Peke es tremendo, nunca había jugado con él, siempre lo habíamos hecho en contra, en Santa Bárbara, California, o Argentina; es un gran compañero, una de las personas más buenas del mundo, muy tranquilo. Yo soy más calentón, trato de no volverme loco, pero a veces me sale (risas). Además, somos algo así como mejores amigos y es mi cuñado, algo que suma cantidad. Por ahí podemos tener alguna peleíta, pero no es demasiado.


Tu viejo jugaba con Mariano padre, ¿se charla de eso entre las familias, de similitudes y diferencias?

Sí, papá jugó el Abierto con Mariano, un par de años en Argentina y también un año en Palm Beach. Según dice, somos diferentes; creo que la generación actual es muy distinta a la de antes. Por ahí ellos dos eran bravos en la cancha, bastante diría yo, pero nosotros somos muy distintos a ellos, lo cual pienso que es muy bueno.


Cuando se juega con Cambiaso en el mismo equipo, ¿sentís que hay otro tipo de presión para con vos mismo? ¿Vos cómo lo tomás? Mirá, nunca había jugado con Adolfito y tener esta posibilidad de estar con él en Valiente es impresionante. Y es todo lo contrario, cero presión; te da mucha confianza, mucha tranquilidad. Uno piensa que por jugar con Adolfito, el mejor jugador del mundo, tiene que hacer todo para él, pero nada que ver. Simplemente te dice “jugá tranquilo, no te pongas presión, hacé todo lo que vos quieras, las cosas van a salir natural”. Él mismo te saca presión; nos da una tranquilidad impresionante, en el día a día, las prácticas, los partidos, nos ayuda mucho. Pero claro, aunque Adolfito te de confianza y tranquilidad, uno siempre se pone nervioso porque querés dar lo mejor, y jugar con él es una oportunidad única que no se puede desperdiciar. Pero dentro de todo, Adolfito se toma todo con tranquilidad y me saca mucha presión.


¿Te veías hace poco tiempo jugando una final con Cambiaso y frente a Facundo Pieres en la cancha?

¡No, para nada! La verdad que no me veía jugando con Adolfito y Facundo en la misma cancha, pero es una tremenda oportunidad para aprender y mejorar. Jugar con Adolfito, tenerlo de compañero es impresionante, y también es tremendo jugarle en contra. Te diría que sobre todo se disfruta.


¡Y no nos olvidemos que también pudiste jugar con Camilo Castagnola! Contanos algo de ese partido que te haya llamado la atención dentro de la cancha.

Sí, también jugamos con el Jeta, en las semifinales, ya que Adolfito no pudo estar presente. Es un animal, buenísimo; hace cosas que lo ves y te impresiona, y te impresiona más tenerlo de compañero. A Jeta lo conocía más fuera de la cancha que adentro, creo que le jugué en contra una o dos veces ¡y me mató a palos! Que Jeta sea tu compañero de equipo es definitivamente tremendo, es increíble como está concentrado todo el partido, desde que arranca hasta que termina, no discute con los referees ni con los contrarios. Es sorprendente porque es difícil estar enfocado los seis chukkers de un partido.


¿Te sentís un 3 natural?

Con respecto a mi posición, no sé si soy un 3 natural; de chico jugué bastante atrás, de 3 o de 4, entonces me sale más ir para atrás que para adelante. Jugar de 3 o 4, hay que ver como calza y como funciona en el equipo. Si no funciona y tengo que ir para adelante, iré para adelante. Pero te diría que donde más cómo estoy es de 3 o 4.





¿Cómo te organizaste de caballos?

En ese sentido, estoy muy bien organizado; tenía todas las yeguas de papá en Estados Unidos, trajimos algunas nuevas, que creo que son las que mejor están. También compré algunas en Argentina y Estados Unidos. Me siento muy cómodo adentro de la cancha con los caballos que tengo. Tenemos algunas de un amigo nuestro de toda la vida, Ricardo Portugal, quien jugó con papá y que tiene una parte de la cría con nosotros, con algunas yeguas tremendas, que me deja traer.


¿Qué tanto estás involucrado en la cría con tu viejo, El Pegual?

La cría El Pegual, está en 25 de Mayo. Papá el diez mil veces más fanático que yo de la mí me gusta jugar los caballos, conocerlos, y ver cuales me sirven para jugar en Estados Unidos o Argentina. Por suerte, creo que venimos muy bien, los caballos están bastante buenos. Obviamente gracias a papá, a todo el esfuerzo que le puso durante tantos años y a la gente que trabaja con nosotros en el campo.


¿Qué se viene para el resto del año?

Por el momento, voy a terminar la temporada de Estados Unidos, y después nos vamos en mayo a Inglaterra, para jugar para Monterosso, con Alessandro Bazzoni, Pelon Stirling y Cubi Toccalino. Estoy muy agradecido por la oportunidad que me da Monterosso, así que espero que nos vaya bien. Y luego, la temporada argentina, que la vamos a encarar con un equipo que aún no sabemos se va a llamar, pero que voy a integrar con Pipe Vercellino, Mackenzie Weisz y Bauti García. Para concretarlo, Milo Fernández Araujo nos ayudó mucho y nos va a dar una mano; gracias a él pudimos organizarnos. La meta es la Clasificación, y sino. iremos por la Municipalidad y la Cámara.



Fotos: Juana Criado

Texto: Alejandra Ocampo y Darío Welschen

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