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Mapa de polo en Argentina: Neuquén, polo en las puertas de la Patagonia

Sexta entrega de El Mapa de Polo en Argentina. Llegamos ahora a las puertas de la Patagonia, la provincia de Neuquén. Y la sorpresa al hurgar un poco en la historia del deporte llega enseguida. Se trata de una provincia con un pasado muy rico. Con canchas que se emplazan en unos paisajes increíbles y que resultan un plan espectacular para los polistas locales y también para los invitados, por todas las actividades que lo rodean. En la actualidad hay activas 12 canchas de polo. Aquí los que juegan son verdaderos fanáticos. La vida en el sur es muy dura, el clima acorta mucho las temporadas y en cuánto a canchas las hay de todos los tipos, con lo que el lugar permite. Eso sí, los caballos se hacen muy buenos en estas latitudes; son fuertes, resistentes y cuando no juegan al polo pueden servir para el trabajo con la hacienda. La hechura en los campos neuquinos deja muy buenos productos. Por Darío Welschen

 

El mapa se divide en dos regiones. Primero, la zona de San Martín de los Andes y Junín de los Andes, con el núcleo de la actividad principal. Luego está el sur de la provincia, en el límite con Río Negro. Allí hay polo en Nahuel Huapi, donde nace el río Limay. Los apellidos se repiten a lo largo de la historia y solo algunos pocos adeptos se suman, mientras se espera que la siguiente generación de polistas retome fuerte la actividad. El polo de Neuquén es un polo de estancias, con algo de actividad militar y que hoy tiende a agruparse en un solo lugar organizativo. En Junín de los Andes están las canchas de Mamuil Malal, Lolen, Palituhe y San Juan. Hacia el este, entre Junín y San Martín de los Andes se ubica Quemquentreu, con dos canchas. En San Martin está el Regimiento 4 de Caballería y El Desafío Mountain Resort, un desarrollo inmobiliario en el centro del Corredor de los Lagos y junto al Parque Nacional Lanín, que cuenta con club hípico, dos canchas de polo y una de golf. Al sur están las Estancias Tekel Malal (ó Tequel) y Nahuel Huapi, con una cancha cada una. Pero ahí el polo tiene más cercanía con el de Bariloche (Río Negro) que los antes mencionados.

La prosperidad del polo en las provincias se vincula siempre con algunas familias, pero solo un hombre representa al polo de esta región como ningún otro: Andino Grahn. Fallecido a la edad de 85 años en 2019, este neuquino fue campeón de Palermo en 1957, y desde sus estancias Mamuil Malal y Lolen, en Junín de los Andes, hizo mucho por el deporte.


Su padre, Bertil Grahn, un instructor de equitación sueco, se instaló en la zona en los años 20'. Llegó al país por la calidad de los cueros y las tropillas. El campo pertenecía a la familia de su mujer desde 1889, siendo una de las más antiguas estancias al pie del Volcán Lanín. Era, y es, una vida rural y de a caballo en plena Cordillera de los Andes. Andino, que había nacido en 1934, con el oficio del paisano y el amor por los caballos, demostró sus dotes a temprana edad. El Paisano Andrada, amigo de su padre y quién iba hasta el sur en busca de buenos caballos, le vio pasta de buen jinete y cuando llegó a Buenos Aires para el secundario lo hizo jugar al polo en campo de Tortuguitas. Entre 1937 y 1939 el Regimiento de Caballería de Exploración de Montaña Coraceros General Lavalle se instala en Junín de los Andes, por cierto, el pueblo más antiguo de la provincia, fundado en febrero de 1883. Los oficiales jugaban al polo como parte de su instrucción militar. Se trata de los primeros registros de polo en Neuquén, donde el terreno de juego era la pista del aeropuerto. Como en muchos otros lugares, el polo llegó por los militares, porque en ellos siempre reinó el espíritu hípico. En las estancias linderas, de algunos ingleses, se sumaban adeptos a la práctica. También el padre de Andino.

En 1946, el Regimiento de Caballería de Montaña 4 se muda a San Martín de los Andes, previo paso por Zapala, y allí permanece hasta la actualidad. La cancha está desde esa época, y por lo que sabemos, fue la primera activa de la provincia que se mantiene. Se ubica a mano derecha sobre la Ruta 40 entrando a la ciudad. El Ejército también tiene otra cancha a unos 15 minutos, en Laguna Rosales. El lugar está desde los años 70'. Allí se juega en verano. El dato llamativo es que al ser el último regimiento montado operacional cuenta con gran cantidad de caballos, unos dos mil. Ese lugar se usa para pastoreo y por este motivo la cancha tiene un sistema de equinocortado (es decir, lo comen los caballos el pasto).

Juan Carlos Harriott con el Coronel Echazarreta.

Oficiales del Regimiento 4 de Caballería: Molinuevo, Castigniani, Guidoni, Echazarreta y Cornejo. 1969


Jarred Jones, un americano de Texas, se instaló en la Patagonia en 1887. En la zona sur de Neuquén, sobre el límite con Río Negro. Fue el primero en llevar dos autos (Ford, enviados desde Detroit) a la Patagonia y el primero en tener un “boliche” de ramos generales en la zona, ya que antes todo se comercializaba de Chile.

En esa época, el polo estaba en sus primeros años en la Argentina. Ni el polo ni los ferrocarriles (llegó en 1934 a Nahuel Huapi) asomaban por la región sur en esos años. Jones tuvo una historia de ganadería y se convirtió en un exitoso estanciero con su campo Tekel Malal. A su muerte, sus tierras de dividieron en sus hijos. Andrés, uno de sus hijos, por un vecino llamado Horacio Castilla (bonaerense, ganador del Abierto en 1960 con El Trébol), llegaron a taquear y jugar un poco. Don Castilla había estado casado con Susanita Ortiz Basualdo, cuya familia tiene la Estancia Huemul. Susanita, hoy con 93 años, era hija de Luis Ortiz Basualdo, socio del Hurlingham Club y polista de varias giras. Ella recuerda el Club de Polo en Huemul, en el que sus hijos jugaban (en donde se podía, los relatos insisten en llamar pampitas o mallines al terreno de juego) y los viajes a caballo a los torneos de Junín de los Andes, más de 150 km, con campamentos incluidos.


Justo Jones, nacido en 1962, es quien toma las riendas del polo en la zona sur de la provincia. Y continúa en la actualidad como pionero del deporte. Allí el polo es muy familiar. Su estancia Nahuel Huapi y lo que era de su abuelo, Tekel Malal, hoy de los De Narváez, se unen en verano para mucho polo familiar. Pero en esta zona, el deporte está más ligado al de Rio Negro, por su cercanía a Bariloche, que al de Junín o San Martín o al de la propia capital de la provincia.


En Neuquén capital existió el Neuquén Polo Club. En 1967 se armó en tierras a orillas de la Ruta Nacional 22 que pertenecían a Ejército Argentino. Se jugó hasta mediados de los 80’, y en los 90' las tierras fueron subastadas. Hoy se emplaza un shopping en ese lugar. Pero, en el año 74 se jugaba al polo, con un puñado de gente que con suerte llegaban a tres equipos; y el club tuvo un jugador destacado. Ernesto Trotz, seis veces campeón argentino pasó una temporada, la de 1974, junto a sus hermanos polistas y su padre, militar, que había sido trasladado a la capital. Con gran esfuerzo la familia Trotz conseguía que los chicos jueguen al polo. Ernesto en ese momento tenía 17 años. Cabezas, Ramírez, Sivetti… eran algunos de los apellidos que le daban vida al club de la capital. Ese grupo un día consiguió enganchar un vagón con caballos a un tren de cargas de cereales con destino a Bahía Blanca. Trotz y un par de petiseros viajaron con los pingos, decenas de horas... Al llegar, hicieron malabares para poder bajarlos del tren; pero lo consiguieron, jugaron y luego alzaron el título. Era una copa gigante, para ellos fue como ganar Palermo y se festejó a lo grande. Trotz recuerda también haber ido a jugar al torneo de La Rural de Junín y ver bajar de la montaña entre 50 y 60 caballos de tiro que procedían de las estancias vecinas. Era un lujo, había jugadores de la talla de Tommy Wayman y Red Armur, 10 goles y 9 goles norteamericanos, respectivamente, que estaban en Quemquemtreu. Otros recuerdan también Joe Barry (9 goles, EE.UU.), el “Gordo”. O al amigo de Andino, un tal Juancarlitos


El Torneo de La Rural de Junín de los Andes tiene una larga tradición en Neuquén. Podríamos decir que se juega desde siempre. Arrancó en la Estancia Coyunco. La cancha era una “pampita”. Así lo fueron durante años y lo siguen siendo en algunos lugares. Todos los que jugaban ayudaban con la puesta a punto de la “cancha”. Luego pasó por la Chacra de Roca, Lolel, Palithué, San Juan y por último en El Desafío. Hoy se realiza allí en conjunto con la muestra más importante del campo de la Patagonia, con los mejores equipos de la región sur del país. Todo un clásico de enero.

La rica historia del polo en Neuquén continúa con la Estancia Quemquemtreu, a 80 km de Junín y 90 km de San Martín. Un campo ganadero de 80,000 hectáreas que es adquirido por el norteamericano James "Hap" Sharp, un visionario en cuánto proyecto se involucraba. Sharp había sido petrolero en Texas y un entusiasta del automovilismo y la náutica, llegando a competir en Fórmula 1 en su país natal entre el 60 y 64 en seis Grandes Premios en Norteamérica. Amaba mucho el polo y fue un patrón destacado con 3 goles de hándicap y organizaciones muy profesionales. Con su team Greenhill Farm (por su campo en su Oklahoma natal) ganó dos US Open Championships y destacadas copas en Inglaterra, Italia y España. Al sur llegó por el polo, pero más por la pesca. Era amigo también de Juancarlitos Harriott.

Hap Sharp. Como fanático y estudioso del mundo motor, a Sharp le gustaba jugar a polo, por seguridad, con cascos de moto Bell. Muchos retratos de esa época muestran esos cascos brillosos.

Desde su llegada a la patagonia, Quemquemtreu se convirtió en un centro de producción de caballos de polo y revolucionó la zona. Enseguida armó dos canchas con riego, algo impensado para esa época en semejantes latitudes. Fue el núcleo del polo desde el año 75. Los hermanos Martín y Christian Zimmermann trabajaban haciendo caballos para Sharp. Recibirán y hacían unos 100/150 caballos por año. Todos los años, durante 20 años, le compraron productos a “Dicky” Santamarina (criador del famoso padrillo Aiken Cura) y se los llevaron a Neuquén. Luego de todo el proceso, el norteamericano de 10 goles Tommy Weyman, yerno de Sharp, llevaba unos 30 por año para Estados Unidos y los jugaba y luego vendía allí. También lo hacían para Inglaterra. Sharp era uno de los mejores clientes de la empresa Unicorn (de John MacDonough), pionera en el transporte aéreo de caballo.

 

El Ruso Sorzana trabajando en el campo. Aquí la doma y la hechura dan muy buenos resultados en productos poleros.


“En la cordillera, se hacen mejores los caballos”. Susanita Ortiz Basualdo.
 

A Sharp le decían Hap por haber nacido el 1° de enero, por Happy New Year. Cuentan que supo anticiparse a la crisis del petróleo y pasar su fortuna a oro. También tenía campos en Coronel Suárez.


Quemquemtreu dejó tantas historias como caballos desparramados por el norte del planeta. En Junín avisaban por radio a la estancia Lolen. Desde ahí se comunicaban por teléfono de cable de acero (los de manija) con Mamuil y con Palithue. Al otro día, las 3 de la tarde, un avión aterrizaría en la cancha de polo para llevarlos a jugar a Quemquemtreu. El pitolo de Sharp, Carlos Campos (reconocido en la zona por ser de los mejores, el aeropuerto de San Martín lleva su nombre, falleció en 1995 al caer su helicóptero en un rescate en el Tronador), pasaba con la avioneta a buscar a los polistas vecinos. Cuentan también que Sharp mandaba a comprar el diario Buenos Aires Herald en avión a Bariloche. Más adelante, un joven sudafricano que en su vida había agarrado un taco, llamado Stuart Erskine (foto), pasó una temporada (1992) en la estancia. Sus padres, por un amigo en común, Wayne Kvalsvig, trabajan allí. No tenía idea lo que era que un caballo cambie la mano, sin embargo, se hizo de a caballo enseguida y además de trabajar con ellos, empezó a taquear. Los peones de la estancia eran chilenos en su mayoría. Por la cercanía, y para ese trabajo, eran los mejores. Uno de ellos, sin encontrar la traducción de Stuart al castellano, y con dificultades para pronunciarlo como tal, empezó a llamarlo Sugar. Y ese apodo le quedó para siempre al gran jugador sudafricano.

También allí trabajó Inés Ayerza, mujer de Christian Zimmermann, haciendo caballos de polo de sol a sol. El sueño de Sharp era lograr la técnica del trasplante embrionario. Fue el primero que lo intentó. Llevó a un veterinario filipino a Neuquén, llamado Nestor Veracruz, para conseguirlo. Llegaron a tener hasta 600 madres receptoras. Lo intentaron durante años, pero sin resultados positivos, si bien estuvieron muy cerca de conseguirlo. Sí el filipino, años más tarde, lo logró en los Estados Unidos.

La historia de Sharp se apagó tristemente en su estancia en 1993. Quemquemtreu sigue activa, produciendo caballos de polo y con sus dos canchas de polo. En los 80’, una gran época para el polo neuquino, un equipo provincial logró alzarse con la difícil Copa República Argentina (foto). Fue en 1984, jugando para Mamuil Malal, con Bertil Grahn, Martín Zimmermann, Christian Zimmermann (h) y Horacio Laprida. Bertil Grahn se subió al podio con el mismo suéter que había usado Andino cuando levantó la copa del Abierto Argentino. En la final superaron a Media Luna, dando vuelta un 3-7 en los últimos dos periodos para terminar 10-7. El conjunto de Mamuil tenía 18 goles.

Pasaron los años a actividad y la actividad seguía siendo un tema de estancias. En los 90’ la familia Matarazzo (Jorge jugaba en Buenos Aires y llevó su pasión al sur, que heredó su hijo Arturo, que está jugando en la foto de tapa), hace su propia cancha en la Estancia San Juan. Está pegada a la Sociedad Rural, por ser terrenos cedidos por la familia Trannack, y ese lugar albergó varias copas de La Rural. La llegada de El Desafío Mountain Resort cambió un poco el paradigma de las estancias. En 2008 comenzó el loteo, en 2010 empezó a jugarse allí y hoy tiene dos canchas de primer nivel. El “Ruso” Sorzana se hizo cargo de la organización del polo. No solo de El Dasafío, se cargó al hombre la unión de todas las estancias. Su familia es de los nombres que venían con mucho polo en Junín. Con el correr del tiempo se fue convirtiendo en el epicentro del polo neuquino en cuanto a reunión y organización de los torneos más importantes, como los de La Rural y el Circuito para la República. La temporada va de noviembre a principios de marzo, con prácticas de polo todos los fines de semana. En 2019 se organizó el primer encuentro femenino en El Desafío, con algunas locales y varias invitadas.

 

Apellidos del polo neuquino Además de los mencionados Grahn, Jones, Sorzana, Hiriart, Matarazzo, Castilla, Ortiz Basualdo, Roca, se suman Morgan, Garciarena, Lux, Grondona, Larminat, Guevara (En Loncopué), Cabeza (en Piedra del Águila), Ramirez, Del Campo, Eddy, Gibeli, Cabanillas, Uriburu. Viajes a Chile En los 70 y 80 se viajaba mucho a jugar a Chile. Tanto desde Junin como desde Nahuel Huapi. Se iba por tierra a jugar a Chile. A Villa Rica, Osorno, Pucon… Luego la siguiente generación fue invitada por muchos años a Puyehue, pero ya cruzaban sin caballos. Snow Polo En los últimos años (del 2000 a esta parte= se han realizado múltiples ediciones de Snow Polo en la provincia, en tres centros invernales como los son Cerro Bayo, Chapelco y Caviahue. Muchas veces los caballos fueron los mismos (Chapelco y Caviahue), donados por Mariano Cabanillas y algunos del Ejército. Cuentan que en la primera edición de Caviahue el hotel principal estaba en construcción y se utilizó como boxes el lobby del mismo. En todos se mezcló el talento de los polistas locales con invitados de alto hándicap. Entre los más destacados están Facundo y Gonzalo (h) Pieres.

 

Andino, el hombre polo

Tres glorias del polo argentino. Andino era muy amigo de Juancarlitos Harriott y Daniel González. En Mamuil Malal los recibía a menudo. Andino nació en 1934. Cuando se instala en Buenos Aires para hacer el secundario comienza a jugar al polo. Jugó su primer Abierto por Hurlingham en 1953. Para esa ocasión, llevó sus caballos desde Junin. Los pingos tuvieron que caminar hasta Zapala, unos 200 kilómetros, y de ahí en tren hasta Buenos Aires. La primera parte era un viaje de dos noches. Luego un día y medio. Vale aclara que las pioneras del polo femenino en Neuquén fueron las hermanas de Andino: Astrid y Virgita. En 1957 le ofrecen reemplazar a Juan Carlos Alberdi, lesionado, en Coronel Suárez, para el Abierto. Completaban el team Juan Carlos Harriott, Juan Carlitos Harriott, y Quito Alberdi. Jugaron y ganamos Indios y Hurlingham, más el Abierto (Triple Corona en aquella época). Ese mismo año lo invitan a jugar a los Estados Unidos y a su padre le dio miedo que no volviera a trabajar al campo, así que vendió toda la caballada, jugadores, potros y potrancas, y tuvo que dejar el polo. Volvió a jugar después de ocho años; con algunas giras a Sudáfrica y a España. Cuenta Bertil, su hijo, que en ese lapso es la familia Roca quien ayuda mucho a Andino en poder jugar al polo. Le prestaban su lugar, su “cancha” para jugar. Para ello, tenían que sacar un poste de luz que estaba en el medio de la misma y dejar al pueblo un rato sin electricidad mientras jugaban al polo. Cuando Bertil empieza a jugar (a los 20 años ya tenía 5 goles), la familia decide recomponer la cría y continuar con el legado del polo.

Andino era muy amigo de Juancarlitos y Daniel González. Con éste último la amistad había surgido desde su niñez. Compartían el amor por la pesca y el mendocino lo definía como el “Cacique de Junín”. Algunos artículos periodísticos lo apodaban el “Indio rubio”. Erneto Trotz por supuesto también recuerda a Andino Grahn. Tiene fresco en su memoria esos torneos de 48 jugadores que se acompañaban con tirar unos tiros, todos los días asado y cordero, charlas interminables de caballos y anécdotas de polo. "Andino era un capo de la atención. Un día nos regaló un caballo, era lindo, bueno. Le dijo a mi viejo Cachito, 'tengo un alazán que les va a servir', casi se me cae un lagrimón. Lo jugué 10 temporadas." Andino logró, tras mucho esfuerzo, que la AAP cree el Circuito Cordillerano, para competir junto con Río Negro y Chubut, y evitar jugar un subcircuito y en una segunda instancia medirse contra los fuertes equipos de La Pampa.


Condujo la Sociedad Rural del Neuquén durante más de 15 años. Dedicó parte de su vida al estudio de veterinaria y a la cría de caballos. El campo, los animales, la familia y el polo fueron los pilares que siguieron a Andino a lo largo de toda su vida. Falleció el 13 de setiembre de 2019 a los 85 años.

 

Canchas


Estancia San Juan - Junin de los Andes - 1

Estancia Lolel - Junin de los Andes - 1

Mamuil Malal - Junin de los Andes - 1

Palituhe - Junin de los Andes - 1

El Desafío - San Martín de los Andes - 2

Estancia Quemquemtreu - San Martín de los Andes  - 2

Regimiento 4 de Caballería - San Martín de los Andes  - 1

Laguna Rosales - San Martín de los Andes  - 1

Estancia Nahuel Huapi - Nahuel Huapi - 1

Tekel Malal - Nahuel Huapi - 1



El Desafío Mountain Resort Está emplazado sobre una montaña de 1040 hectáreas. Tiene dos canchas de polo diseñadas por Alejandro Battro. Copas: Los Andes, El Desafio, SRN La Rural, Circuito Cordillera (Clasificación para la Copa República).


Tekel Malal La vieja estancia de Jarred Jones hoy pertenece a la familia De Narváez. Tienen su cancha que nueva que va mejorando con el tiempo. Allí se juega polo de verano y familiar, junto con los Jones. Es sede de Sol de Agosto y la Cría Antu Walung.


Estancia Nahuel Huapi Lo de Justo Jones, pionero del polo en el sur de Neuquén. Al igual que Tekel Malal se juega un polo muy familiar.


Quemquemtreu La gran estancia revolució el polo con la llegada de James Sharp, el multimillonario norteamericano. Gonzalo Pieres lo llamaba el Packer (por Kerry) de la patagonia.


Regimiento 4 y Laguna Rosales


Mamuil Malal y Lolen De hoy y de ayer. El campo de los Grahn. Gran parte de la historia del polo en Neuquén. Algunas también de Palithué.




Agradecimientos A la familia Grahn, por el archivo de fotos y los recuerdos, a la información y material histórico brindados por Christian Zimmermann, Mariano Cabanillas, Ruso Sorzana, Justo Jones, Paco de Narvaez, Bernardo Hiriart, Susanita Ortiz Basualdo, Ernesto Trotz, Daniel Gonzalez y Arturo Matarazzo. Sin las voces y los recuerdos de los protagonistas ninguna nota de El Mapa de Polo en Argentina sería posible.


Fuentes. El Diario de Rio Negro, nota de la Raza Polo Argentino a Andino, La Mañana de Neuquén, Historicracing.com

Fotos: entregadas por los jugadores y campos. Tekel y Nahuel Huapi de Milena De Narvaez.

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